Sana convivencia entre niños y perros
Actualizado: 29 ene 2018

CONVIVENCIA SANA ENTRE NIÑOS Y PERROS
Los niños que conviven con perros aprenden habilidades sociales, aumentan su capacidad de empatía y desarrollan su sentido de responsabilidad. Sin embargo es necesario establecer ciertas reglas para que la convivencia entre el niño y su mejor amigo y compañero de juegos resulte sana y positiva.
Lo primero que debemos hacer comprender al niño, es que el perro se comunica a través de gestos que hace con su cuerpo y que aprenda a identificar esas ocasiones en que el perro necesita espacio, ya sea porque se siente enfermo o asustado, por lo que es importante tomar en cuenta las siguientes indicaciones.
-Si un niño se acerca demasiado y de manera brusca al perro para abrazarle o poner su cara cerca, puede interpretarse por el perro como una provocación, por otro lado, mirar directamente a los ojos del perro puede entenderse por este como un reto.
-Resulta necesario que el niño sepa que cuando el perro mueve la cola y agacha su cuerpo y su cabeza, indica que está contento o eufórico listo para el juego, pero si tiene las orejas levantadas y la cola quieta, hacia arriba, está en tensión y lo mejor aquí es que sea un adulto quien tranquilice al perro.
-El perro que arrastra el cuerpo por el suelo, tiene la cola entre las patas y las orejas hacia atrás, comunica que se somete a otro individuo, ya sea persona o animal, a quien considera el líder.
Hay perros que, por su carácter, son más adecuados para convivir con niños. Son más pacientes, tranquilos y les gusta la compañía y el juego con los niños, sin embargo no a todos los perros les resulta fácil la convivencia con los más pequeños, hay que tenerlo en cuenta al escoger un perro.
Es recomendable implicar al niño en las tareas diarias del cuidado del perro. Puede sacarlo a pasear, encargarse de cepillarle el pelaje, ocuparse de que tenga agua limpia y acompañarle al veterinario, de esta manera, el niño desarrollará su sentido de la responsabilidad y el perro le reconocerá como un amigo que cuida de él y al que tiene que respetar.
Pero sobre todo, los niños que tienen perros pueden disfrutar del juego y de la relación con ellos.